miércoles, 25 de octubre de 2017

Cuentos y las TIC, es posible


Para hoy os traigo algo bastante interesante. Para aquellos que alguna vez se ha preguntado si los niños, que cada vez están más y más sumergidos en el mundo de la tecnología y las redes, pueden aprender a usar bien estos recursos, os dejo un "cuentecillo" para ellos. Con la colaboración de dos compañeros, Rubén y Miguel, cuyos blogs os dejaré por aquí, hemos reconstruido un cuento clásico: Ricitos de oro y los tres ositos, para hacer ver a los niños la importancia de saber usar estos recursos.

Sin más dilación, os dejo esta dulce histroria:


RICITOS DE ORO Y LOS TRES HACKERS



Érase una vez, una niña a la que sus padres le regalaron un ordenador por sacar buenas notas en el colegio. Ella había oído de sus compañeros de clase que la última película de Bob Esponja era muy buena, por lo que ella quería verla también. Como se había gastado toda su paga en golosinas, sus padres no quisieron llevarla al cine, por lo que tenía que esperar a la semana próxima.

Ricitos, quien no quería que sus compañeros le hiciesen spoiler, decidió que usaría su nuevo ordenador para ver la película. Al llegar a casa después de la escuela, se fue directa a su habitación y encendió el ordenador, todo sin problemas. Acto seguido, abrió el buscador y buscó el nombre de la película que quería ver: "Bob Esponja y la hamburguesa perdida".

Al principio, solo consiguió encontrar tráilers en Youtube y comentarios de la peli en foros. Pero ella quería ver la película entera, por lo que siguió buscando durante más rato. Finalmente, encontró una página en la cual le pedían un registro para descargarse la peli. Puso sus datos personales tal como le decían, pero cuando miró en su escritorio, la película no estaba. La niña se sorprendió, pero siguió buscando en otras páginas, sin preocuparse de nada.

Descubrió una en la que había buenos comentarios y parecía que tenía buena pinta, así que al querer descargarse la película, no se extrañó cuando salió una ventana en la que le pedían un número de cuenta. Como tenía muchas ganas de ver la película para poder comentarla con sus compañeros, buscó el número de cuenta de sus padres y lo introdujo, pagar un poco por la peli no le molestaba.

La película se descargó, pero estaba en inglés y como no sabía qué decían, decidió buscar en otra página. Esto la llevó a una página donde, en cuanto entró, le aparecieron muchas pestañas. El ordenador empezó a hacer mucho ruido y a calentarse mucho, ya que la joven no podía cerrar todas las ventanas que le aparecieron. Se puso muy nerviosa y la pantalla del ordenador se puso negra. Intentó volver a enchufar el ordenador, pero no respondía. Entonces comprendió que se había quedado sin película, sin ordenador, sin paga y, además, castigada de por vida...



Bueno, ¿qué os ha parecido? Al final Ricitos, por no saber en qué páginas meterse se metió en un buen lío. Así que ya sabéis, si no queréis acabar como ella, más os vale tener cuidado en dónde buscáis información.

Los blogs de Rubén y de Miguel, para que os paséis y les dejéis un comentario.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Conclusión del curso

Bueno, y ya está aquí la última entrada del curso... ¡Y parece ayer cuando escribí las primeras líneas de este blog! No obstante, es cierto...